El presidente Donald Trump visitó Los Ángeles para evaluar los daños causados por los recientes incendios forestales que han devastado la región, dejando al menos 28 muertos y miles de estructuras destruidas. A su llegada al aeropuerto internacional de Los Ángeles, fue recibido por el gobernador de California, Gavin Newsom, con quien ha tenido diferencias en el pasado. Sin embargo, ambos líderes mostraron una postura de cooperación durante este encuentro.
Trump describió la escena como si «hubiera sido golpeada por una bomba» y enfatizó la necesidad de una colaboración estrecha para la recuperación. «Tenemos que lograrlo», afirmó el presidente. Por su parte, Newsom agradeció la visita de Trump y expresó su confianza en que podrían trabajar juntos para asegurar una «recuperación rápida». «Vamos a necesitar su apoyo. Usted estuvo allí para nosotros durante el COVID. No lo olvido y tengo todas las expectativas de que podremos trabajar juntos para lograr una recuperación rápida», dijo Newsom.
Durante la visita, Trump recorrió vecindarios devastados en Pacific Palisades y se reunió con familias que habían perdido sus hogares. En una sesión informativa con funcionarios locales, el presidente instó a acelerar los procesos de reconstrucción y minimizó las preocupaciones sobre residuos peligrosos, sugiriendo que los residentes deberían comenzar la reconstrucción de inmediato.
A pesar de las críticas anteriores hacia la gestión estatal de los incendios y amenazas de retener ayuda federal, Trump y Newsom enfatizaron la importancia de dejar de lado las diferencias políticas para abordar la crisis actual. Esta muestra de unidad bipartidista es esencial para enfrentar los desafíos de la recuperación y reconstrucción en las áreas afectadas.