Opinión | La excusa barata de políticos y empresarios: el falso dilema de los ilegales y la economía dominicana.
Por Freddys Aquino.
Colaborador de Diario de Interés Samaná.
En los últimos años, ha tomado fuerza un discurso repetido con descaro por políticos indolentes y empresarios del sector inmobiliario: “Sin los ilegales, la economía dominicana colapsa”. Esta afirmación, que intenta justificar la presencia masiva de indocumentados —en su mayoría haitianos—, es una excusa barata, conveniente para quienes buscan mantener un sistema laboral basado en la explotación y el beneficio propio.
¿De verdad les preocupa el impacto económico? Si así fuera, estarían comprometidos con mejorar los salarios, formalizar el empleo y dignificar la mano de obra dominicana. Pero en lugar de eso, prefieren sostener un modelo que depende de trabajadores sin derechos, mal pagados y desprotegidos.
El argumento de que la economía se derrumba sin mano de obra ilegal es falaz. Lo que realmente se derrumbaría es el privilegio de quienes se enriquecen a costa de la informalidad y del abandono del trabajador local. Es más fácil pagar menos, no cotizar a la seguridad social y evitar las regulaciones laborales cuando se contrata a personas sin estatus migratorio regular.
El crecimiento económico del país no puede sustentarse en la ilegalidad ni en la marginación del dominicano. Es hora de priorizar el bienestar de nuestros trabajadores, de aplicar las leyes migratorias con firmeza y de exigir responsabilidad tanto al Estado como al sector privado.
Construir una economía sólida, justa y sostenible requiere decisiones valientes y políticas públicas que promuevan el trabajo digno, no excusas que perpetúan la desigualdad.
Leer artículo 📰 : deinteressamana.com