Comparte

*No Conviene: La Necesidad de Evitar el Aumento de Conflictividad entre Haití y la República Dominicana*

En medio de un panorama internacional cada vez más complejo, es crucial recordar que la paz y la estabilidad son activos invaluables para cualquier nación. Hoy, nos dirigimos a aquellos que, en su afán de defender sus ideales patrióticos, podrían pensar que aumentar los niveles de conflictividad entre Haití y la República Dominicana es una solución viable. Sin embargo, debemos enfatizar de manera contundente: no conviene.

Haití se encuentra inmerso en una crisis profunda y compleja. La ingobernabilidad y la ausencia de autoridades legítimas han dado lugar a un escenario en el que el control territorial está en manos de pandillas y grupos armados. En este contexto, es crucial que la República Dominicana se comporte con sabiduría y prudencia, y evite cualquier acción que pueda exacerbar la situación en Haití, ya que no conviene.

En primer lugar, la guerra y los conflictos a nadie convienen. Los enfrentamientos armados solo traen sufrimiento, desestabilidad y destrucción. La historia nos ha enseñado que ninguna nación sale indemne de una guerra, y los impactos económicos, sociales y humanitarios son devastadores. Por lo tanto, debemos recordar que la violencia solo perpetúa el ciclo de la violencia, y en última instancia, nadie gana. En resumen, no conviene.

En segundo lugar, es importante reconocer que la República Dominicana tiene más que perder en un conflicto con Haití. Nuestra nación ha avanzado en términos de estabilidad política, desarrollo económico y relaciones internacionales. Un conflicto con nuestro vecino solo nos llevaría a retroceder en estos aspectos. Las consecuencias económicas y sociales serían graves, y la imagen internacional de nuestro país se vería dañada. La inversión y el turismo, pilares de nuestra economía, sufrirían un golpe que podría llevar años en recuperarse. Por lo tanto, no conviene.

Hoy, más que nunca, es esencial que nuestra política exterior esté guiada por la prudencia y la diplomacia. En lugar de promover la conflictividad, debemos trabajar para encontrar soluciones pacíficas a los problemas compartidos con Haití. La estabilidad de nuestra región depende en gran medida de la colaboración y el entendimiento entre naciones vecinas, ya que no conviene.

A aquellos que se autodenominan patriotas y promueven el enfrentamiento, les recordamos que un verdadero patriota busca la armonía y evita el conflicto. Nuestro amor por la República Dominicana debe traducirse en acciones que fomenten la paz y la prosperidad, no en aquellas que alimenten el caos y la discordia, pues no conviene.

Escrito por:
Licenciado en derecho, Alexander Vallejo, (Articulista: DE INTERÉS SAMANÁ

Lea artículos Lunes, Miércoles y Viernes (829)982-5454

¡No te pierdas nuestro contenido!

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

Revisa la bandeja de entrada y confirma tu suscripción.


Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *