Un grave accidente aéreo ha sacudido a Washington, D.C., luego de que un avión de American Airlines con 64 personas a bordo colisionara en pleno vuelo con un helicóptero militar. Ambas aeronaves se precipitaron al río Potomac, desencadenando una operación de rescate de emergencia.
Un impacto inesperado
El accidente ocurrió en circunstancias aún bajo investigación. Testigos presenciales relataron que vieron una gran explosión en el aire antes de que los restos de ambas aeronaves impactaran el agua. Equipos de emergencia llegaron rápidamente al lugar para rescatar a posibles sobrevivientes.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado el número exacto de víctimas, aunque se teme que haya múltiples fallecidos. Los cuerpos de rescate trabajan contra el tiempo debido a las bajas temperaturas del agua, lo que podría reducir las probabilidades de supervivencia de quienes aún no han sido encontrados.
Investigación en curso
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha tomado el control de la investigación y analizará las cajas negras de ambas aeronaves para determinar las causas del choque. Una de las hipótesis iniciales sugiere un posible error de comunicación en el espacio aéreo o una falla técnica inesperada.
Por su parte, American Airlines ha emitido un comunicado lamentando el incidente y asegurando que colaborará plenamente con las autoridades para esclarecer los hechos.
Reacciones y consecuencias
El accidente ha generado gran conmoción en el país, y la Casa Blanca ya ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas. Además, el Pentágono ha señalado que revisará los protocolos de vuelo para evitar futuras tragedias de este tipo.
A medida que avanza la investigación, se espera que se brinden más detalles sobre el impacto y las posibles responsabilidades en este fatal choque aéreo.